jueves, julio 01, 2010

EL ESPÍRITU NO OCUPA LUGAR - EL SABER TAMPOCO

Marcos 10

46 Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.

¿ Porque un ciego ? - el que no sabe es como un ciego, - ¿ que cosa puede buscar un ciego ? y, ¿ que cosa puede buscar alguien que no sabe ? - si les preguntáramos, el ciego, obviamente respondería, quiero ver ! - y el que no sabe, respondería; no se, porque no sabe lo que busca, entonces, ¿como explicar la verdad a quien no la sabe ? - y si la sabe ya no necesita que nadie lo explique. si a un ciego de nacimiento, se le hace ver, verá infinidades de cosas, cosas buenas y cosas malas, pero, ¿como podrá distinguir lo bueno de lo malo ? - por esta razón, Jesús dice: "cuando venga el paráclito, el Espíritu de la verdad, os lo explicará todo" -

47 Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!»

Ten compasión de mi - es como decir, " quiero todo lo que necesito para ser libre" - lo mismo tendría que decir el que no sabe, porque, la verdad es Espíritu, y el saber, está en el Espíritu.

48 Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»

Si buscamos esa verdad que no la sabemos, pero, si sabemos que nos hará libres, no debemos permitir que nada ni nadie se interponga porque es nuestra lucha por la libertad, por la libertad de todos. - Marta se quejaba porque María estaba sentada a los pies de Jesús, escuchando su palabra, - Jesús le dijo:
María eligió la mejor parte y no le será quitada.

49 Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle.» Llaman al ciego, diciéndole: «¡Animo, levántate! Te llama.»

"Ánimo, levántate! Te llama. - es ,lo que deberíamos hacer todos sus discípulos cuando predicamos el Evangelio, porque es pre-edificación, luego vendrá Jesús y edificará su comunidad.

50 Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús.

Este debe ser el resultado de nuestra pre-edificación del Evangelio.

51 Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?» El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!»

Ver y saber la verdad que nos hace libres como el viento.

52 Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.

Inculcar la fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es la misión hasta el final

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