LOS VIÑADORES HOMICIDAS
Está escrito en la biblia, todo lo que ocurrió antes volverá a ocurrir.
Y es así nomas, en el siguiente relato, la parábola explica lo que habría de pasar con Jesús, estas mismas cosas pasaron con los profetas, y lo mismo está pasando ahora, ya no son los fariseos antiguos, son los fariseos modernos de todas las religiones:
MARCOS 12
12 1 Jesús se puso a hablarles en parábolas: "Un hombre plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
Después del sacrificio de Jesús, toda la humanidad es pueblo de Dios, aparecieron entonces las religiones, los supuestos viñadores que deberían cosechar para Dios.
2 A su debido tiempo, envió a un servidor para percibir de los viñadores la parte de los frutos que le correspondía.
3 Pero ellos lo tomaron, lo golpearon y lo echaron con las manos vacías.
4 De nuevo les envió a otro servidor, y a este también lo maltrataron y lo llenaron de ultrajes.
5 Envió a un tercero, y a este lo mataron. Y también golpearon o mataron a muchos otros.
Estos eran los antiguos profetas, el último fue Juan el bautista y lo decapitaron.
6 Todavía le quedaba alguien, su hijo, a quien quería mucho, y lo mandó en último término, pensando: "Respetarán a mi hijo".
7 Pero los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo y la herencia será nuestra".
8 Y apoderándose de él, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
Respetarán a mi hijo pensó Dios, pero igual lo matearon, lo mismo sucede hoy con las religiones, se predican a ellos mismos no a Jesús ni su Evangelio, de esta forma se hacen complice de los que mataron a Jesús
9 ¿Qué hará el dueño de la viña? - Vendrá, acabará con los viñadores y entregará la viña a otros.
10 ¿No han leído este pasaje de la Escritura:
La piedra que los constructores rechazaron
ha llegado a ser la piedra angular:
11 esta es la obra del Señor,
admirable a nuestros ojos?".
SALMO 90
1 Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
2 di al Señor: "Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío".
3 Él te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
4 te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas.
5 No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
6 ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol.
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