martes, junio 10, 2008

LA GRAN CALAMIDAD II


La gran calamidad a comenzado, se puede ver y oír en todas partes del mundo, esta es la razón y la causa de la gran calamidad que esta en marcha. Dice Dios:

Y ustedes, señores,
¿hasta cuando ultrajarán al que es mi Gloria,
amarán lo que es falso
y buscarán lo engañoso?



La siguiente lectura, es un ejemplo para meditar, e imitar, es la única forma de encontrar la protección de Dios que nos librará de todo mal.







Elías y la viuda de Sarepta

7 Pero, al cabo de un tiempo, el torrente se secó porque no había llovido en la región.



Israel y los demás paises , sufrían en ese momento una sequía que iba a durar tres años y medio, gran calamidad.

8 Entonces la palabra del Señor llegó a Elías en estos términos:

9 "Ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y establécete allí; ahí yo he ordenado a una viuda que te provea de alimento".



Esta viuda era pagana, no obstante , Dios la escogió por su misericordia para mostrarnos de lo que es capaz, y de lo que realmente aprecia en las personas, en cambio, por su pueblo elegido no tuvo la misma compasión, ya que en esos tiempos al igual que hoy, no había caridad ni solidaridad entre los pueblos, y el fruto de esas conductas fue la gran sequía.

10 Él partió y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba juntando leña. La llamó y le dijo: "Por favor, tráeme en un jarro un poco de agua para beber".

11 Mientras ella lo iba a buscar, la llamó y le dijo: "Tráeme también en la mano un pedazo de pan".

12 Pero ella respondió: "¡Por la vida del Señor, tu Dios! No tengo pan cocido, sino sólo un puñado de harina en el tarro y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de leña, entraré a preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos".

13 Elías le dijo: "No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después.

14 Porque así habla el Señor, el Dios de Israel:
El tarro de harina no se agotará
ni el frasco de aceite se vaciará,
hasta el día en que el Señor haga llover
sobre la superficie del suelo".

15 Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo.

16 El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Elías.



Estas cosas sucedieron , y vuelven a suceder por las mismas causas.



Los que creen en la palabra de Dios se salvarán, y los que no creen se condenan a si mismo porque no creen.

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