MUCHOS DICEN CONOCER A DIOS, PERO.....
Juan 6: 44 - 51
44 «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día.
Dios sabe perfectamente quien en verdad quiere conocerle de corazón, en ese caso, es Dios quien hace que tal persona se encuentre con Jesús, y de este modo tener una relación permanente con El.
45 Está escrito en los profetas: Serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
46 No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre.
Jeremías 31
34 Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su hermano, diciendo: "Conoced a Yahveh", pues todos ellos me conocerán del más chico al más grande - - oráculo de Yahveh - cuando perdone su culpa, y de su pecado no vuelva a acordarme.
35 Así dice Yahveh, el que da el sol para alumbrar el día, y gobierna la luna y las estrellas para alumbrar la noche, el que agita el mar y hace bramar sus olas, cuyo nombre es Yahveh Sebaot.
Y esto dice el salmo:
Salmo 2
1 ¿Por qué se agitan las naciones, y los pueblos mascullan planes vanos?
2 Se yerguen los reyes de la tierra, los caudillos conspiran aliados contra Yahveh y contra su Ungido:
3 "¡Rompamos sus coyundas, sacudámonos su yugo!"
4 El que se sienta en los cielos se sonríe,Yahveh se burla de ellos.
5 Luego en su cólera les habla, en su furor los aterra:
6 "Ya tengo yo consagrado a mi rey en Sión mi monte santo."
¿ Quien sino Jesús de Nazaret ?
47 En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna.
48 Yo soy el pan de la vida.
49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron;
50 este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera.
51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»
Algunos despistados podrían creer que se trata de un acto de canibalismo,- Jesús como Hijo de Dios, es también Espíritu, nosotros lo conocemos como un hombre de carne y huesos, pero interiormente, es Espíritu, en la medida que nos vamos nutriendo de su Evangelio, el Espíritu de Jesús que es el mismo Espíritu de Dios, se va instalando en nuestro ser, y por medio del Espíritu Santo, vamos conociendo a Dios y en esencia también a Cristo, de este modo, quien deja que el Espíritu de Dios lo guíe, la profecía de Jeremías se hace realidad.
La predicación del Evangelio que es Palabra de Dios, es solo el principio, es la iniciación o bautismo en el Espíritu, ya que Jesús dice: - mis palabras son Espíritu.
El que predica planta y el que sana riega, pero es Dios quien hace crecer, por lo tanto el que planta y el que riega son nada.
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