LA MANIFESTACIÓN DEL AMOR COTIDIANO

Juan 3:

16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

"Tanto amó Dios al mundo", - da la impresión que dejó de amarnos, pero nada de eso, - sino que, cuando realmente se ama de verdad, el amor tiene que manifestarse, el amor no es decir, "Te amo" - tampoco se trata de hacer una demostración, el amor se manifiesta en los hechos.

La vida de Jesús fue una constante de hechos de amor hacía toda la humanidad, - no vino como un Rey para hacerse servir, vino como un siervo o un amigo dispuesto a manifestar su amor a toda la humanidad con todo su ser, con todo su cuerpo. y así lo hizo.



17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

El hombre no tiene un criterio definido de ese amor que se manifiesta con hechos, no como demostración sino como vivencia pura, - es decir, la manifestación del amor en las cosas más insignificantes de todos los días, y también en las más importantes, en todas las cosas en general.

El que más sabe, el que más tiene, se considera superior a los demás, entonces, haciendo valer esa supuesta superioridad, se hace servir, y los que sirven se sienten inferiores, - pero en el Reino de los Cielos, - nadie se siente superior o inferior a nadie, y más aún, - el que más tiene y el que más sabe, hace todo lo que está a su alcance para que los que menos tienen y menos saben, tengan tanto como el que más, - así lo hizo Jesús durante todo el tiempo de su vida terrenal, y lo sigue haciendo en Espíritu, curando enfermos, haciendo ver a los ciegos, caminar a los paralíticos, no solo en lo físico, sino, especialmente a los ciegos, paralíticos, y enfermos de espíritu.

Jesús jamás tuvo una conducta de superioridad ni de inferioridad con nadie, ni con los pobres ni con los ricos, está escrito.


18 El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.

El que cree en todo lo que hizo y dijo Jesús como Hijo de Dios, y lo pone en práctica, hace borrón y cuenta nueva, o si lo prefieren vida nueva, sus pecados anteriores ya no cuentan, se ha convertido en hijo de Dios


Jesús nos dio todo lo que el es" - hasta la vida eterna, nos regalo las enseñanzas divina, fortaleza de carácter, conocimiento, sabiduría, inteligencia, y todo su amor, para que toda la humanidad fuese igual que El, ni más que El ni menos que El.


19 Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.


El juicio es así: El que acepta todo lo que Jesús nos enseñó, - no solo de palabra sino con hechos, y.., practica ese amor dando amor en los hechos cotidianos, automáticamente se va formando a imagen y semejanza de su Maestro que es Jesús y tiene abierta las puertas del Cielo.

Pero el que rechaza las enseñanzas de Jesús, rechaza automaticamente la posibilidad de ser igual que Jesús, y por consiguiente rechaza también su ingreso al Reino de los Cielos.

20 Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.
21 Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»