LA MISERICORDIA - LA PIEDAD Y LA BONDAD - NO ES LEY
Lucas (10, 25-37)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?”
Todos queremos vivir eternamente pero, no podemos vivir eternamente peleando unos contra otros como lo hacemos desde que el mundo es mundo. vivir eternamente con todas calamidades que provocamos deliberadamente o no, las calamidades propias de la naturaleza, las enfermedades, y los dolores etc. no tendría sentido.
Además, Dios no permite que, nadie que sea, egoísta, codicioso, vanidoso, altanero, mentiroso, violento, borracho, homosexual, prostitutas y prostitutos,y todas las cosas que generan enemistad, y violencia de todo tipo, - entre al Reino de los. Cielos, porque, en el Cielo Reina el Amor.
La condición ineludible, es ser como Jesús y para eso vino, lo dice el mismo; " No es más el discípulo que su Maestro, es suficiente que el discípulo sea como su maestro.
Jesús le dijo: “¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?” El doctor de la ley contestó: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús le dijo: “Has contestado bien; si haces eso, vivirás”.
Se entiende que si no hacemos eso, seguiremos viviendo pero no en el Cielo, yo diría que entre el Cielo y la tierra, sin alegría, sin pan, sin agua, y sin amor, una vida así, sería y es un tormento, un infierno.
Amarás al Señor tu Dios, es verbo en tiempo futuro, o sea que debemos aprender a amar a Dios y al prójimo. ¿ quien nos enseñara lo que es el amor Divino ? ¿ un hombre ?, un apóstol?, un sacerdote, un pastor ? - no, nosotros los seres humanos podemos hablar de amor, pero lejos estamos de entender si no lo practicamos.
El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?” Jesús le dijo: “Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo:
‘Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso’.
¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?” El doctor de la ley le respondió: “El que tuvo compasión de él”. Entonces Jesús le dijo: “Anda y haz tú lo mismo”
Podemos ver varias cosas en esta enseñanza de Jesús con respecto al amor, - no le importo en absoluto dirigirse a un doctor de la ley de igual manera a como se dirigía a cualquier persona, y para nada se puede considerar como irrespetuoso, porque el respeto es para todos igual, como el amor es igual para todos, para pobres y ricos, la condición social no merece un trato desigual, el amor no discrimina.
Podemos entender también que, el amor, o la bondad, no es propiedad de un "religioso" - rendirle honores o mayor respeto a determinadas personas ya sea por su cargo o su título, es discriminar, dar mayor respeto a una persona rica por su riqueza que a un pobre, es discriminar.
Podemos entender también, que la misericordia, la piedad y la caridad, lo podemos y lo debemos ejercer todos los seres humanos, para eso vino Jesús y porque siendo así, es la única manera de entrar al Reino de los Cielos, es decir, a la vida eterna, donde Reina el amor, porque Dios es amor, a la vida en abundancia donde no existe el mal.
El samaritano también hizo lo que Jesús pide, en ningún momento pensó en recibir siquiera las gracias. " que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha" -
¿ Porque ?, habiendo tantas celebraciones y misas, cánticos y rituales, confesiones y penitencias, el hombre no cambia ? - hoy como en el principio, seguimos matándonos unos a otros - ¿ será por aquello de que, si no tengo amor nada soy" -
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