viernes, mayo 18, 2007

En la siguiente lectura, Jesus, hace una comparación de su sacrificio con los dolores del parto de una mujer.
Dice, cuando una mujer va a dar a luz , siente miedo, pero una vez que el niño nació, ya no se acuerda de sus dolores porque ha traido un hombre al mundo.
De la misma forma, tampoco Jesús se acuerda de sus dolores y sus padecimientos por que logro su objetivo de salvarnos a todos para la vida eterna.

Juan (16, 20-23)
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría.
Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora; pero una vez que ha dado a luz, ya no se acuerda de su angustia, por la alegría de haber traído un hombre al mundo. Así también ahora ustedes están tristes, pero yo los volveré a ver, se alegrará su corazón y nadie podrá quitarles su alegría. Aquel día no me preguntarán nada”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.



Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (18, 9-18)

En esta lectura, se destaca la valentía de Pablo y sus compañeros que, alentados por el Señor continuaron predicando la verdad del Evangelio a pesar de los que se oponían a ello, debemos tomar conciencia que ser obrero del Señor no es precisamente la comodidad de un palacio o la vida de un cobrador de impuestos, pues la palabra de Dios es gratis y no se reciben regalos . la caridad se ejerce personalmente y es para los que menos tienen.

Hechos 2 44-47

En aquellos días, Pablo tuvo una visión nocturna en Corinto, en la que le dijo el, Señor: “No tengas miedo. Habla y no calles, porque yo estoy contigo y nadie pondrá la mano sobre ti para perjudicarte. Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo”. Por eso Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles la palabra de Dios.
Pero cuando Galión era procónsul de Acaya, los judíos, de común acuerdo, se abalanzaron contra Pablo y lo llevaron hasta el tribunal, donde dijeron: “Este hombre trata de convencer a la gente de que den a Dios un culto contrario a la ley”. Iba Pablo a tomar la palabra para responder, cuando Galión dijo a los judíos: “Si se tratara de un crimen o de un delito grave, yo los escucharía, como es razón; pero si la disputa es acerca de palabras o de nombres o de su ley, arréglense ustedes”. Y los echó del tribunal. Entonces se apoderaron de Sóstenes, jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal, sin que Galión se preocupara en lo más mínimo.
Pablo se quedó en Corinto todavía algún tiempo. Después se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria, con Priscila y Aquila. En Céncreas se rapó la cabeza para cumplir una promesa que había hecho.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

EL MIEDO QUE NOS APARTA DE DIOS


Salmo 46



Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo.


Fue él quien nos puso por encima de todas las naciones y los pueblos, al elegirnos como herencia suya, orgullo de Jacob, su predilecto.


Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.

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